domingo, 29 de septiembre de 2013

Corazón con heridas II

El Sol, por muy lejos que esté, podemos hacer que lo tenemos en nuestras manos. Igual que podemos poner el dedo en un mapa y señalar nuestro próximo destino pues lo tenemos ahí dibujado, hasta la isla más pequeña está proyectada en el mapa. Así como podemos poner el dedo para ver cuál es la distancia entre país y país y ''a cuantos dedos sobre el mapa'' estamos. Yo digo que estaremos a un dedo y poco de distancia. Parece poco. Pero he utilizado el verbo parecer.
La Luna, ese satélite que gira las veinticuatro horas sobre nosotros, ese que veremos desde cualquier punto de la Tierra y nunca será más grande que el pulgar.  Cuando te diga, abre la ventana y observa un rato la Luna, hazlo, estaremos mirando lo mismo por muy lejos que estemos.
                       ''La distancia impide dar un beso o hacerle cosquillas, pero no impide quererse''    
                            cool.
                                           Que la distancia no pueda con nosotros
                                                           o contigo y conmigo.

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