jueves, 3 de enero de 2013

Ilusiones


Había una vez un campesino gordo y feo
que se había enamorado (¡como no!)
de una princesa hermosa y rubia. 
Un día, la princesa (ve a saber por qué) 
le dio un beso al feo y gordo campesino... 
Y, mágicamente, éste se transformó 
en un esbelto y apuesto príncipe.. 
[Por lo menos, así lo veía ella] 
[Por lo menos, así se sentía el.] 

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