miércoles, 3 de octubre de 2012

El tiempo nos hizo aprender a querernos más.

Teníamos las narices a tan poca distancia que pensé que con un leve movimiento podíamos rozarlas. Pero lo más impresionante era los ojos.
Mis ojos, los suyos.
Mis ojos en los de él. Sus ojos tenían mi cara dentro.
''Te quiero'' me dijo.
Y me dio un beso. 
Me rozó los labios. Y lo único que sentí fue un cosquilleo en la barriga.
                     

No hay comentarios:

Publicar un comentario