lunes, 11 de junio de 2012

Volviste de repente, sin que nadie te llamase.

Tic tac, tic tac. El sonido del reloj suena sin parar. Ese tic tac retumba tu cabeza. El tiempo pasa y tu ya te habías ido. Te habías ido para no volver -supuse yo hace tiempo-. Has vuelto y has hecho que vuelva a recordar todos esos momentos vividos tiempos atrás. Has hecho, de nuevo, que saque las mejores sonrisas cuando he estado deprimida...
Tic tac, tic tac, el sonido del reloj sigue sonando y así día tras día, semana tras semana. El tiempo sigue pasando y ahora estás aquí, de nuevo, cumpliendo esa palabra, ese ''siempre'' que me prometiste un buen día -ese siempre que muchas veces he querido que no lo cumplieses aunque te echase de menos-. A veces quise que no volvieses, que te quedarás allí y no regresases aunque te echase de menos, aunque echase de menos esos momentos que viví junto a ti. Ahora, me arrepiento de haber pensado eso, me arrepiento de haberlo pensado y de que no estemos juntos, porque la decisión fue mía. Pero , ''a lo hecho, pecho'' y tendré que seguir para adelante. Con él o sin él.
             

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